Antes de este artículo te dejo el vídeo de la MasterClass «que no te agobie la Navidad» en la que te explico los pilares básicos para una Navidad más saludable y consciente.
Diciembre es sinónimo de Navidades y lo que para muchos es motivo de celebración, regalos, pasear para ver las luces, reencuentros con la familia, ver a amigos que hacía tiempo que no veías y celebrar, para ti se puede convertir en una prueba de obstáculos.
La Navidad es sinónimo de reuniones en torno a la mesa en la que se come y se bebe en grandes cantidades, es decir, la Navidad es sinónimo de excesos.
Quizás para ti, el simple hecho de pensarlo ya te genera esa ansiedad previa, saber que no “vas a ser capaz de controlarte” o que “vas a tirar por tierra todo lo que habías conseguido”.
Ya no solo la Navidad, desde noviembre que empiezan las campañas comerciales empiezan a tener que enfrentarse a comidas de amigos, turrones, dulces y alcohol.
Si te cuento todo esto es porque yo también lo sufrí en su día y me costó tiempo encontrar mis trucos para disfrutar sin pasarlos mal por culpa de las comilonas impuestas. De años de Navidades atragantadas, y nunca mejor dicho, he preparado estos consejos que espero que te ayuden igual que a mí.
Con estos 10 consejos podrás hacer que tus Navidades sean unos días distintos en los que disfrutar de los tuyos y de comidas diferentes sin que se conviertan en unos días que quieres que acaben antes de que empiecen, allá vamos.
Contenidos
- 1 1. Relativiza
- 2 2. Sal del bucle gracias a la planificación
- 3 3. Céntrate en mejorar aquello que está en tu mano
- 4 4. Elige los platos que quieres probar
- 5 5. Disminuye el consumo de alcohol.
- 6 6. Mantente activa
- 7 7. Busca planes diferentes
- 8 8. No te prohibas nada
- 9 9. No te peses
- 10 10. Cocina platos ricos y saludables
- 11 Conclusión y consejos
- 12 ¿Te ayudo a salir del laberinto?
1. Relativiza
Las campañas de Navidad, las luces y los turrones en los estantes de los supermercados pueden indicar que estás en plenas Navidades desde unos meses antes, pero no te dejes llevar por los mensajes de marketing de las turroneras, las Navidades duran muy pocos días.
Si haces una lista de los eventos excepcionales que tienes, seguramente te sorprendas viendo que son 7-8 comidas o cenas fuera, ¿son suficientes como para estropear todo un mes?
Relativiza.
Somos seres duales, no entendemos las cosas hechas “medio bien” o las hacemos perfectas o las hacemos mal del todo, pero es precisamente ese punto medio el que debes encontrar.
2. Sal del bucle gracias a la planificación
Las Navidades parece que se alargan durante muchos días seguidos, aunque solo algunos son festivos. Por eso, una de las razones que pueden convertir las Navidades en un laberinto sin salida es no salir del bucle de excesos y ambiente festivo en los días normales.
Si eres capaz de disfrutar de estos días puntuales de más excesos pero a la vez mantener los hábitos de tu rutina habitual el resto de días, las Navidades dejarán de ser algo por lo que preocuparse.
Pero conseguir esto no es fácil. En muchas ocasiones esto ocurre por no tener nada planificado, no haber realizado la compra o no tener una buena despensa.
Es importante que te planifiques y te prepares alternativas sanas para que te resulte lo más fácil posible (alguna comida preparada o congelada) así te costará muy poco volver a tu vida normal los días que no son festivos.
3. Céntrate en mejorar aquello que está en tu mano
Es muy común perder tiempo en lamentarnos por aquellas cosas que no están en nuestra mano.
Deja de dedicarle esfuerzos a esas cosas y céntrate en aquello que puedes mejorar ahora, con las herramientas de las que dispones a día de hoy y en aquello que estés dispuesta a cambiar. Veamos ejemplos de ambas cuestiones.
Tus jefes han elegido un restaurante para la comida de empresa, con un menú cerrado y no hay nada saludable o que tu elegirías. Pero no está en tu mano, no dediques tiempo a darle vueltas y a lamentar que no hay ninguna opción sana, es normal que te vengan pensamientos como “para esto llevo meses cuidándome” “no podrían haber elegido otro sitio”. Si tienes todos estos pensamientos no vas a poder disfrutar de la compañía de tus compañeros, ni de las conversaciones, solo pensarás en los estragos de los fritos y la tarta de chocolate que tienes en el plato.
En cambio, sí está en tu mano algunas elecciones de la cena como podría ser llegar al restaurante saciada después de merendar en casa una opción saludable, nutritiva y saciante, el tipo y la cantidad de bebida que vas a tomar, por ejemplo tomarte una copa de vino y no dejarte llevar por la barra libre perdiendo la cuenta de las copas que te tomas, no comer con pan, comer de forma más consciente y parar cuando te sientas saciada, compartir el postre etc. De esta forma, estarás tranquila, comerás solo lo que te apetezca porque no llegarás muerta de hambre, conversarás y disfrutarás de la velada sabiendo que lo estás haciendo lo mejor posible para ti misma y no has tenido que renunciar a una reunión que te divierte.
De todas estas opciones que están en tu mano, ¿Para cuál de ellas tienes las herramientas en la actualidad o estás dispuesta a hacerla?
Elige una y centra tus esfuerzos en eso.
4. Elige los platos que quieres probar
En las comidas navideñas los excesos se producen por varias razones, una es la gran cantidad de comida (densamente calórica) y otra es la gran variedad.
Esta variedad nos hace querer probar de todos los platos un poco y esto deriva en un consumo excesivo de comida y calorías.
Elige aquellos platos que más te gustan o que no comes en el resto del año o incluso algo novedoso que quieras probar y póntelo en el plato. Por ejemplo yo priorizaría alimentos más especiales como jamón serrano, un revuelto de boletus o marisco y evitaría quesos de untar o patés.
Evita consumir aquellas cosas que comes durante todo el año y que no son especiales (patatas fritas, pan…).
5. Disminuye el consumo de alcohol.

El alcohol es un tóxico y por tanto nunca es saludable su consumo pero además en estos momentos de exceso su consumo te perjudica de dos maneras más:
- La primera de ellas es que cuando bebes alcohol te desinhibes y esto hace que pierdas la conciencia de lo que estás comiendo o simplemente de si estás saciada o no.
- La segunda es que el alcohol es muy calórico, además son calorías líquidas que entran muy rápido y no te aportan nada nutricionalmente hablando. Si sumas las calorías de la comida más las del alcohol tus calorías ingeridas pueden triplicar la de una comida normal.
Para reducir el consumo de alcohol cuando llegues a los sitios con sed bebe un vaso de agua. Si vas a tomar vino o cerveza pide también agua para ir intercalando, de esta manera reducirás su consumo y evitarás la resaca.
A la hora de las copas te recomiendo que las sustituyas por cava o champagne, pero si vas a tomarte alguna evita mezclarlo con bebidas azucaradas o cocktails llenos de azúcar.
6. Mantente activa
Ya sabrás la importancia del movimiento en nuestros hábitos de vida, pero en estos días en los que salimos de la rutina habitual hacer deporte o movernos se nos olvida.
No realices deporte para compensar los excesos de las comidas, realiza deporte para mantenerte activa con menos ansiedad y para no perder el hábito.
Por ejemplo, si estos días tienes invitados o la rutina está afectada y ni puedes ir al gimnasio, cuando bajes la basura o vayas al super, recuerdas dar un paseo diario para cuidarte y mantener un hábito tan saludable.
7. Busca planes diferentes
La Navidad no debe girar siempre en torno a la comida, existen muchos otros planes distintos que hacer, tanto en casa como fuera.
Es un buen momento para jugar a juegos de mesa, ir a visitar un pueblo o alguna ciudad cercana, hacer una ruta por la montaña o patinar sobre hielo.
Es un momento también para descansar ya que para muchos son vacaciones de trabajo, leer un libro, ver una película, ponerte al día con una serie son planes que muchas veces no hacemos por falta de tiempo, ¡ahora no hay excusa!
8. No te prohibas nada
Tu mente no entiende de prohibiciones, cuanto más te prohíbas algo más lo vas a desear. Que algo no esté prohibido no quiere decir que lo comas todos los días y sin medida.
Encontrar ese equilibrio entre poder comer de todo y que algunos alimentos menos sanos sean de forma excepcional y especial es el objetivo final de unos buenos hábitos de vida y no conseguir eliminarlos 100% como en muchas ocasiones pensamos.
Si te encanta el turrón, come turrón, pero cómelo en los días especiales, cógete un trozo y cómelo despacito, disfrutándolo y saboreándolo.
9. No te peses

Uno de los consejos que más escucho y leo incluso en blogs supuestamente especializados en salud es que te peses para ir controlando el peso y si has subido mucho te asustes y así parar, como si fuese un golpe de realidad.
Subir de peso en estos días es muy habitual, pero muchas veces este peso no es 100% real.
Durante estos días hay un exceso de consumo de hidratos de carbono, esto hace que se acumulen en el cuerpo en forma de glucógeno y también acumulen agua. Por tanto de un día para otro puedes haber subido 1 kg de peso pero no haber engordado (no es lo mismo subir 1 kg de agua o 1 kg de grasa).
Conclusión: intenta hacerlo lo mejor posible y retoma las rutinas que tengas, si es que tienes, con tu báscula pasadas las fiestas y retomada tu vida normal. Y como siempre, recuerda que el peso de manera aislada no nos da ninguna información útil.
10. Cocina platos ricos y saludables
Si en tu mano está hacer algunas de las comidas Navideñas, aprovecha para hacer algo delicioso.
Si lo piensas bien, muchísimas de las comidas navideñas se hacen con alimentos de buena calidad y saludables: carnes, pescados y mariscos, por lo que te será sencillo cocinar un menú saludable para estos días.
Hay muchas preparaciones que aunque se hagan con alimentos saludables y de calidad resultan muy pesadas por su tipo de cocinado, te animo a hacer una versión más saludable pero igual de deliciosa.
Por tanto no debería ser algo de que preocuparse en exceso.

Los dulces navideños puedes hacerlos caseros, de esta forma:
- Serás capaz de controlar la cantidad que haces, cuando compramos diferentes dulces terminan sobrando y estamos un mes comiendo turrones.
- Conocerás la calidad de los ingredientes utilizados
- Serán dulces muy calóricos, al igual que los comerciales, pero te aportarán una gran cantidad de saciedad, cosa que los comerciales no consiguen.
- La preparación será una actividad en sí misma, ideal para preparar con los niños y que vean los dulces como un proceso divertido y no una simple golosina que devorar.
Conclusión y consejos
Como ves las Navidades son muchas cosas, no solo comida, hay pequeñas acciones que no te supondrán mucho esfuerzo, pero al cabo de todas las Navidades te generarán una gran satisfacción, felicidad y aprendizaje.
Las Navidades son una época muy bonita del año en el que el mejor regalo que te puedes hacer a ti misma es pensar en ti y cuidarte tanto por fuera como por dentro.
No solo se trata de no engordar y seguir usando la misma ropa que antes de las Navidades, va mucho más allá, conseguir disfrutar de la familia sin que las comidas te agobien debe ser el objetivo principal, en especial este año qué van a ser fechas distintas con planes diferentes, encuentra la magia en todo lo que hagas.
¿Te ayudo a salir del laberinto?
Si necesitas ayuda para salir del laberinto de la pérdida de peso, te animo a que te suscribas a mi curso gratuito en el que te explico las claves de unos cambios de hábitos para perder peso de manera sana y realista.
Para cualquier otra duda, contáctame :).